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La Aguja Acupuntural se porta como el Cabello

Cuando te dan un susto, o cuando hace frío, el poro de la piel se cierra, contrae y eriza el cabello. De tal modo, el sistema se alerta, se evita la pérdida de energía y además, el cabello levantado es como una antena que debido a su melanina capta luz / energía e información.
Cuando la aguja está perpendicular capta Chi, información, alerta/peligro, etc; pero cuando está plegada/transfisiada no recoge energía, incluso deriva energía hacia el exterior si es necesario...
La aguja de acupuntura al igual que el cabello, transfiere la energía e información captada, al nervio con el que hace conexión. Y por este nervio pasa la información al sistema nervioso periférico, llegando al final del proceso al Eje Pineal-hipotálamo que con esa energía-información regula la alerta: la temperatura corporal, la homeostasis, etc.

Pero al igual que lo que ocurre en el cabello, la aguja de acupuntura trabaja de dos formas o niveles alternativos y/o complementarios:

1. El cabello y la aguja reciben energía electromagnética corpuscular; por ello, necesitan hacer contacto con los nervios de la piel. En el caso de la aguja mediante las apropiadas técnicas de manipulación de aguja sobre el punto de acupuntura; que está especialmente neurovascularizado y por ello con una gran funcionalidad sobre el sistema nervioso periférico.

2. El cabello con o sin melanina, al igual que una aguja de: piedra, espina, caña; es decir, no metálica, continúa (a pesar de no tener melanina y no ser metálico) siendo una prolongación de la piel que atrae la energía por efecto puntas y diferencia de potencial respecto a la piel. Ello le permite recepcionar el aspecto no corpuscular de la luz; es decir, la energía “virtual o Chi” de entrelazamiento cuántico instantáneo/superlumínico. Especie de éter/Chi subyacente al marco local espaciotemporal (Probado científicamente por el experimento EPR). Energía virtual probada también por el efecto Casimir y Lamb. Que demuestra cómo las partículas virtuales aparecen desde el vacío (Cielo Anterior) para informar al átomo (Cielo Posterior) y como del átomo parten también partículas virtuales para ser engullidas por el vacío cuántico, CREANDO UNA SIMBIOSIS vital, que crea e inerva todos nuestros átomos y nuestra fisiología y fisiopsicología.

Lo anterior da lugar a la formación de dos acupunturas diferentes que pueden ser alternativas y complementarias:

1. Una basada en la estimulación electroquímica de los puntos de acupuntura, que a través del sistema nervioso periférico llega al cerebro haciéndole emitir una respuesta reguladora sobre los órganos y vísceras. Que por ello no precisa de Chi ni de Meridianos.

2. Otra Bioenergética, basada en la captación de Chi: bosones virtuales provenientes del vacío, del aura/Wei o de la propia energía personal del terapeuta. Que se inyecta con o sin aguja (como el Reiki). Acupuntura para la cual no es fundamental ni la precisión de la técnica de aguja ni la punción sobre el punto acupuntural.